Conoce más sobre el proyecto.
En un entorno natural protegido, con gran atractivo hacia el surf, se plantea la necesidad de ubicar una escuela de surf que facilite todos los servicios necesarios para atraer un turismo jóven responsable y que no modifique la característica naturaleza de la ubicacion.
Los probemas que se plantean son: el respeto al entorno natural, la retirada de edificaciones fuera de ordenación y la combinación de muy distintos usos dentro de un mismo volumen.
El edificio se plantea como un puente que exclusivamente se posa sobre dos grandes pies, evitando una cimentación masiva fuerte que destruya el acantilado.
Se crea, por tanto, un gran espacio abierto de fácil habilitación y que permita una gran versatilidad de usos. Además plantea la posibilidad de adaptarse a posibles cambios futuros de una forma sencilla y rápida.
Una gran edificación casi hueca, que puede ser habitada en uno o dos niveles, a decidir. La respuesta estructural responde a un sistema que quiere asemejejar de forma poética a los surcos que deja un surfista al cortar la ola con su tabla. Los brillos que producen las escamas metálicas que cubren el edificio hacen que éste sea de una imagen contundente y liviana a la vez, pues puede llegar a pasar desapercibido durante el día, convirtiéndose en una linterna de atracción durante la noche.